Biografía


Valeriano Hernández  ha sabido compaginar su dedicación a la docencia con su pasión por la escultura. De sus manos han salido durante las dos últimas décadas la mayoría de sus obras inspiradas en el más puro estilo clásico. El dominio de las formas, el volumen, el equilibrio y la materia, han sido su principal preocupación a la hora de elegir la figura humana como su principal  línea creativa.
Valeriano Hernández Fraile nació en Calzada de Don Diego, provincia de Salamanca, donde transcurrió su infancia y gran parte de su juventud. Los primeros veinte años en el pueblo fueron realmente duros al dedicarse a las labores del campo en aquellas épocas.
En el año 1964 se matriculó  en la Escuela de Bellas Artes de San Eloy en la que estudió dibujo durante tres años y donde consiguió los primeros premios artísticos. Su periplo formativo continúa en el Instituto Fray Luis de León, para continuar por la Escuela de Artes Aplicadas y Maestría Industrial en Barcelona y Salamanca, en las ramas de Construcción y Topografía.
En 1982 ingresó en la Facultad de Bellas Artes de Salamanca, donde se licenció en la especialidad  de escultura, sintiendo especial admiración por Praxíteles, Fideas, Miguel Ángel y Augusto Rodín.
Su primera exposición llega en el año 1987 en la Sala Picasso de Salamanca. Aquí inicia un gran recorrido de exposiciones tanto nacionales como internacionales, que se ven avaladas por importantes premios y galardones.
En 1992 se traslada a Italia, más concretamente a Carrara, para trabajar en el mármol a la vez que convive con grandes escultores tanto italianos como de todo el mundo, haciendo de ésta Ciudad su segunda patria.
La escultura de Hernández Fraile tiene en la figura humana casi su única temática de inspiración, teniendo algunos destellos en la escultura abstracta.  Junto a este culto por el cuerpo, el escultor salmantino cultiva también con gran interés la escultura religiosa. Algunas de sus esculturas de imaginería religiosa, se encuentran junto a obras de escultores españoles de gran renombre internacional como son  Diego de Siloé, Antonio Carnicero, Pedro de Mena, etc.  En esta línea de cubrir diferentes campos de creación,  Hernández ha aportado su granito de arena a favor de enriquecer con sus esculturas  el ornamento de algunas plazas y parques salmantinos y otras ciudades en ámbito internacional.
Y es que Hernández Fraile ha dotado a su obra de una gran unidad. Esta fidelidad a los cánones clásicos le ha valido el reconocimiento de importantes academias de las artes francesas e italianas. La consecución en el año 1994 del primer premio de escultura de Saint Chamónd (Francia) le valió un posterior reconocimiento más general de su obra, al obtener la medalla de esta ciudad. Posteriormente las medallas de plata y Vermeil de la Academia Internacional de las Artes las ciencias y las Letras de Paris, (Francia).  Nombrado Caballero Oficial Académico por la Academia Internacional  “ Greci Marino “ ( Italia ).
 Una de sus grandes exposiciones se ha realizado en la Galería Bungeishunjo de TOKIO, Japón con gran éxito de crítica y público.
Por último, resaltar el gran número de obra escultórica  pública realizada en toda Europa.